miércoles, octubre 17, 2007

Han pasado meses de lucha, manifestaciones en varios puntos del país, conciertos benéficos, concentraciones, gritos a oídos sordos...
Por una injusticia de la justicia, valga la redundancia...
La historia de Dani y Manu se remonta al año 2001, a una de esas manifestaciones en contra de la L.O.U., una reforma de la Ley Orgánica de Universidades, en las que muchos estudiantes salimos a las calles para protestar por dicha reforma. En la mani ocurrió un desagradable suceso (bueno, desagradable para algunos*), un miembro de la policía resultó herido a causa del impacto de un ladrillo en su cabeza.
Aquel día detuvieron a cuatro chicos como culpables de tal actuación que, por cierto, ya está claramente demostrado en las fotografías que es imposible que ellos cometieran la agresión, fotografías dicen no sirven como prueba.
Total... Una mentira más.
Finalmente, tras un largo proceso judicial Dani y Manu resultan condenados a tres años y seis meses de cárcel.

Todos los que estuvimos presentes en aquella lucha estamos con ellos, y seguimos luchando por la revisión del juicio, de las penas de cárcel... Aunque gritemos a oídos sordos.

Nuestra ciudad está repleta de carteles y pintadas, se han hecho pegatinas, camisetas, flayers...

Hoy va por ellos, porque Dani y Manu somos todos!


¡¡¡ABSOLUCIÓN CONDENADOS ANTIL.O.U.!!!

*Digo desagradable para algunos, porque el puto policía no fue el único agredido, ellos también repartieron bien, pero claro... no es lo mismo! ¬¬


Os dejo un enlace, donde encontrar información sobre el caso: www.kaosenlared.net

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mira, si te digo la verdad pienso que la justicia es una puta mierda y que pilla al gilipollas que quizás menos tenga la culpa pero está en el sitio erróneo en el peor momento...

Es una vergüenza que haya condenados por el tema de la LOU, por las putas fotos del campechano del rey, por pasar un poquito de droga o por robar para comer...

Claro, los malversadores, los que recalifican terreno y pillan el IVA y el VENÍA también de paso, los que permiten ciertas cosas y se tapan los ojos, esos están contentos y felices en el sillón de cualquier marqués brindando con Don Perignon...

Pero ésta es la democracia que queríamos, y una justicia tan injusta como que ahora a las empresas farmaceúticas les sale ya rentable invertir en una vacuna contra la malaria... Así está montado...

El caso es que a la calle nunca se nos oye, no sé si por su sordera, porque no gritamos demasiado o por alguna otra razón, sólo se nos escucha a veces y para verdaderas tonterías... Ya va siendo hora de ponerse el sonotoner.