miércoles, mayo 23, 2007

Si el día de hoy fuera un relato, sin duda alguna, su título sería "Decepción". Sí, sí esa sensación de pesar por un desengaño... Hoy he sentido decepción por mis actitudes de los últimos días, por las circunstancias incontrolables que le chafan a una los planes... una serie de acontecimientos que te cambian el gesto de la cara.
Lo más curioso ha sido que mi "decepción" ha coincidido exactamente con la tormenta que ha caido sobre Tudela esta tarde.
Iba en el autobus cuando empezó a nublarse el sol y empecé a visionar el gesto de un amigo al ver que yo había cambiado por completo, y de repente, uno de los grandes principios que he tenido en mi vida. Luego llegue a casa con la ventolera sacudiendo el portón de la entrada. Subí las escaleras mientras mi cara se alargaba más y más. Abrí la puerta. Llegué hasta la cocina y allí me esperaba la gran noticia: los planes para el fin de semana se habían chafado. Un enorme rayo sorprendió a mis ojos iluminando toda la ribera. Comenzó a llover, al mismo tiempo que las lágrimas de la rabia me rozaban las mejillas. Directamente salí a la terraza a ver llover, a ver si me relajaba un poco, pero los golpes de los truenos solo desataban más mis ganas de pelearme con las paredes.
Al rato entré de nuevo, parecía llover menos. Llegaron dos amigos al piso. Y resulta que habían vuelto a cambiar los planes porque no les apetecía cumplir con sus obligaciones. Me relajé, pero el enfado me seguía de cerca. Me asomé a la ventana. Había cesado la lluvia, ya no había truenos. Nos sentamos a hablar. Él decidió echarse para alante y seguir con los planes que teníamos hace semanas hechos.
Parece que después de la tormenta siempre llega la calma. Espero que no truene en una temporadita o, por lo menos, hasta el domingo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿De que va esto?