domingo, julio 23, 2006

Erase una vez una ardilla llamada Ron, que salió a pasear por el bosque. Iba caminando y viendo a los habitantes de aquel paraje cuando, por casualidad, observó un precioso árbol al que decidió subir para descansar en sus verdes ramas. Al llegar arriba, por error, pisó la telaraña de Josefina, una cruel araña que quería hacerse dueña del bosque, extendiendo sus tejidos por él y haciendolo sólo oscuridad. Josefina salió de entre sus hilos, advirtió a la pobre Ron que no volviese a pasar por allí y, de un sopapo, la tiró al suelo.
Un pajarito que habitaba en el árbol contiguo se acercó para ver cómo estaba la ardilla.
-¿Estás bien?
-Sí- dijo Ron aturdida.
-Si quieres te llevo en mi pico hasta la copa de mi árbol para que puedas descansar.
Ante tan amable proposición y, puesto que estaba un poco mareada, Ron accedió a volar con el pajarito, no sin antes preguntarle su nombre.
Chechio, el pajarito, la dejo descansar en su nido hasta q estuvo mejor. Durante ese tiempo hablaron mucho de sus aficciones, sus familias y demás. Se hicieron amigos, y cada noche quedaban para charlar en un claro del bosque donde nunca había nadie.
Con el tiempo, tomaron tanta confianza que llegaron también los problemas. Como Chechio era un pajaro de buen corazón, tenía muchos amigos y Ron se sintió un poco descuidada.
Una noche, hablando en el claro, Ron se puso furiosa, lo que hizo que Chechio también se enfadase y la dijese que no volvería allí nunca más.
A la noche siguiente, Ron volvió al lugar, pero Chechio no apareció. Así unos cuantos días pasaron sin que los dos mantuviesen esas largas charlas. Una noche, de pronto, mientras Ro miraba las estrellas en soledad, sintió unos pasos, se incorporó y vío a Chechio venir hacia ella. Los dos se sentaron y hablaron como siempre lo habían hecho, como si no hubiera ocurrido nada.
Ahora no se ven todos los días, y no charlan tanto, pero saben que siempre que quieran podrán contar el uno con el otro y charlar horas en el claro del bosque.

1 comentario:

ruty dijo...

¡¡¡Oh!!! Que potito te quedo al final, de vardad. :)