lunes, julio 17, 2006

Mientras el coche andaba, por la ventanilla veía como los pueblos se dispersaban en los valles como las grandes telarañas flexibles prendidas de un rincón del techo.
Los campos estaban verdes, los árboles dando los primeros frutos.
De repente comenzó a oler la humedad, probablemente estaría lloviendo cerca. Respiró hondo, el aire fresco se coló hasta sus pulmones, dejando su interior despejado.
Volvió la mirada el interior del coche. En el salpicadero se apilaban un montón de casetes de música, cogió unos cuantos y miró los títulos. Eligió uno y lo introdujo en el radiocasette. La música sonó tranquila. Mientras canturreaba dirigió su vista de nuevo al paisaje.
Al fondo de la carretera, a unos cincuenta metros había una curva, de la que surgía también un camino de tierra hacia la derecha. El coche se acercó y tomó el camino. Los ramajes de los arbustos rozaban el vehículo. Sacó la mano para acariciarlos y sintió las primeras gotas de lluvia.
El camino se acababa al llegar a una verja negra con los portones abiertos, en los que ponía con letras forjadas "Alborada", debía ser el nombre de aquel caserío.
Tras pasar los portones, el coche paro un par de minutos. Escuchó el chirriar de una puerta de forja antigua. La puerta del conductor se cerró y el coche volvió a la marcha para parar escasos metros más alante.
El viaje había finalizado, o quizá sólo era el comienzo de un largo viaje dentro de su vida. Descendió del coche, estiró sus brazos bajo la lluvia y sonrió de felicidad.

3 comentarios:

ruty dijo...

¿¿De quien es??. Hadme un favor, y cuando escribas algo ponlo abajo, xD.
Me gusta mucho, ¿¿es sólo ese trozo o es de una novela??

rascapiñas dijo...

es mioooooo!! que me entro la inspiracion ayer... q pasa? q lo consideras demasiao weno pa haberlo escrito yo?? eh?eh? jajaja

ruty dijo...

Noooo, me quedas sorprendida, pues te quedo genial, metet a escritoraaaaaaaaaa, en serio.