rascapiñas in the nigth

Ale... después de unos días de problemas tecnicos vuelvo a la carga. Días tristes y maravillosos. Os cuento los tres últimos un poco por encima:
Viernes, 25: Mal rollo. Todo el día mal rollo. Salí del curro (eso sí, con mi pantalón -que previamente me habia sido cambiado por otro intencionadamente-) y aclaré los malos rollos, no sé por cuanto tiempo. Tenía tres días libres por delante y quería ir al campo, viaje que al final no salió. Me animé y me fui a Cuéllar, a ver que se cocía en la víspera de las fiestas. Una noche, sin duda, especial -con mención a la gente del cuello largo y agradecimiento por su hospitalidad-, primera experienci setera, no mala, pero sí un poco decepcionante, me esperaba más -o me esperaba algo, porque solo note un tono especial en las cosas que veía, producto, quizá más que nada del alcohol y una fuerte subida de la libido que me llevó a un paraje insospechado-. Después llegó la vuelta a casa, sobre las 13'00.
Sábado, 26: Un día nada especial -o sí-. Dormí hasta las 16'45. Comí. Me tumbé en el sofá. Llegó Bobi para acompañarme al Carrefour a por comida para Hugo. Volvimos a casa, pero paramos para coger algo de cena. No nos decidimos así que subimos a casa. Pedimos una pizza. Vimos Noviembre. Hicimos el amor -literalmente-. Dormimos juntos.
Domingo, 27: A las 10'00 sonó el despertador -había que ponerse en marcha aunque me hubieran dado la noche-. Nos costó alrededor de una hora salir de entre las mantas. Recogimos sus cosas y se fue. Volví a la cama. Se abrió la puerta y me despertó una voz gritona diciendo "hola". Me levanté, me duché, y me fui a comer con mis padres al mesón. Tarde de tirada en el sofá, por supuesto ví una peli, La novia cadáver. Sobre las 20'00, pasó Bobi a buscarme. Fuimos a coger unos 100 gramos de moras. Me "despeñé del moral". Un par de coca-colas más tarde llegué a mi casa y aquí estoy escribiendo, ya el día 28 -dos meses después de mi tatuaje y tres del último día del espárrago tudelano, día también del primer beso de Bobi- ...