martes, agosto 29, 2006

La inspiración está todavía por llegarme. No sé dónde se me habrá perdido, pero por el camino, eso seguro. Se me están quitando las ganas de ser como soy, y de pensar como pienso, pero... ¿cómo puedo hacer para cambiar eso?
De cuando en cuando, tengo algún momento álgido, como un pequeño extasis que dura apenas unos pocos segundos y se va, tan fugaz como la estela de una de esas preciosas que cruzan el cielo, de lado a lado, en las noches de verano. Pero no puedo remediarlo, todos tenemos nuestras mejores y nuestras peores épocas de inspiración personal, que no divina.
Suelo tener ganas, muchas ganas de escribir, pero no sé qué contar.
¿Creéis que el hecho de saber de mi futuro me para los pies? Supongo que no debo fiarme de esas cosas, ahora no quiero hacerlo..., es como si te dicen que mañana vas a morir, ¿no es mejor dejar a la esperanza que haga su trabajo?, a veces lo hace bien, no muchas, pero es lo único que nos queda. Aunque es inevitable no pensar en ese mal, y de pensar y tanto pensar, ese mal acaba por cumplirse. Lo mejor es vivir lo que te queda y hacerlo agusto, feliz, así aunque el mal se haga realidad no habrás perdido tu tiempo. Y, como el trabajo personal es tan importante, probablemente el mal ni se cumpla. ¡Eso es lo que voy a hacer, CARPE DIEM! Si mi destino existe, lo voy a hacer yo y nadie más.

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